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Había sido condenado a seis años de prisión en 2016 por cobrar una coima para beneficiar a un narcotraficante.
El ex juez federal José Antonio Solá Torino se quitó la vida en la noche de este viernes antes de ser detenido, en su casa. El ex magistrado se pegó un tiro antes del operativo de arresto que había sido encomendado a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Iba a ser alojado en el Servicio Penitenciario Federal Complejo III NOA, en Güemes, Salta.
El fiscal de Transición de la Unidad Fiscal Salta, Carlos Amad, había solicitado la detención del ex juez horas antes tras una resolución emitida por la Corte Suprema de Justicia de la Nación que desestimó un “recurso de queja” que la defensa a la sentencia dictada el 4 de abril de 2016 por el Tribunal en lo Criminal Federal de Salta. En ese entonces, se le impuso una condena de seis años de prisión “por ser considerado autor penalmente responsable del delito de cohecho pasivo agravado”.
El fiscal Amad presentó ayer un pedido al Tribunal Oral Federal Nº 1 a fin de que se proceda a la detención de Solá Torino, en vista de que la condena impuesta “adquirió la calidad de cosa juzgada ya que se encuentra firme”.
La investigación del caso fue llevada adelante por el fiscal Ricardo Toranzos, quien requirió juicio contra Solá Torino en junio de 2010. La acusación central del juicio giró en torno a las pruebas obtenidas, que daban cuenta de la intervención del ex camarista en maniobras que permitieron a Miguel Farfán, un hombre condenado en 1999 por el transporte de 400 kilos de cocaína, fugarse a partir de un escrito por el cual pagó 15 mil pesos al ex juez.
